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Luego el mar, para que aia
todo sustento sobrado
arroja sobre su plaia
mas linajes de pescado
que tiene flores Pancacia.
Las carpas, que son açotes
del agua, i los Angelotes
que en ella abren mucho surco
i el Barbo que imita a el turco
sin barba i con dos bigotes.
Dale a su tiempo la anguilla
aquien el mar atribuie
la envidia como polilla
porque de los peces huie
i asi desova en la orilla.
Aquesta que como hebra
se dobla se tuerce y quiebra
de las mugeres se mida
i en la mesa aborrecida
porque parece culebra.
La Ahuna cesulea o verde
pece tan alado a la gula
que si el cebo se le pierde
i el hambre le instimula
sus carnes se come y muerde.
Dale al pampano de plomo
i el albur redondo y romo
a quien dio la suerte amiga
de diamantes la barriga
i de safiros el lomo.
El Pulpo que aunque la aiuda
con mil braços la ocasión
entre la arena menuda
de miedo de el camaron
tiembla y mil colores muda.
El estimado Mugil
que con guerra y varonil
a el sollo acosa y destruie
de manera que el que huie
se afrenta y tiene por vil.
Pernas, Licores, Berdeles
Golondrinos, Aligotes
Sabogas, Cabras, Jureles
Lenguados i Mijarotes
Bonitos y Sabuneles.
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Cuebras, Durdos, Gallarones
Safios, Melgas, Perlones
Masopa, Picones, Brecas
Doradas, Ertas, Fanecas
Taladras, Bogas i Ostiones.
La Trucha gorda i boçal
i dando envidia a el Hidaspe
el Rovalo de cristal
la Pintarroja de jaspe
i el Cangrejo de coral.
Dale el Mero regalado
el camaron colorado
el dessabido Caçon
con el Sabalo gloton
i el Calamar plateado.
Langostines, Zapas, Luças
Gagos, Abucios, Toninas
Machuelos, Lampas, Meluças
Barbarines i Corbinas
Esquilas i Bacalluças.
Muergos, Chirlas, Bermejuelas
Cambaros, Escaronelas
Ostras, Arañas, Langostas
Serranos, Mustos i Tostas
Chelvas, Congrios, Lampreguelas.
El Muble, Almeja i Toino
el Rubio, la azul Caballa
el Gallo i Mulo marino
i el Atun en quien se halla
Baca, ternera y tocino.
Pargos, Pistones, Cabrillas
Tollos, Liças, Mojarrillas
i entre preciosos Lirones
Raias, Besugos, Dentones
Agujas, Corbinatillas.
El Sapo, la Gibia fea
La Murena, la Azedia
la Sardina, la Lamprea
i en fin quanto el agua cria
i entre su sal se pasea.
De aquesta infinita sarta
de peces come i se aparta
Sanlucar lo suficiente
con que magnificamente
mil pueblos mantiene i harta.
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