NOMBRE CIENTÍFICO
Cordados >Actinopterigios > Batracoidiformes > Batracóididos
3A_CODE (FAO): BHDHalobatrachus didactylus
IdentificaciónCuerpo aplastado y rechoncho. Cabeza grande y boca amplia. Dos espinas cubiertas por la piel en el ángulo superior del opérculo. Dos aletas dorsales, la primera con tres espinas fuertes y cortas cubiertas por la piel; la segunda larga, con 19 a 24 radios blandos. Piel lisa, cubierta de mucus. Color marrón claro, con numerosas manchas marrones oscuras de distinto tamaño que forman bandas transversales irregulares en el cuerpo y filas longitudinales y radiales de manchitas oscuras en las aletas. Hasta 55 cm de longitud.
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Vernáculos por puerto pesquero
Notas lingüísticasHalobatrachus didactylus es un pez óseo, de mediano tamaño, comestible, pero apreciado y comercializado localmente. Se encuentra en todo el litoral andaluz y es una especie conocida por prácticamente todos los informantes entrevistados (*). En todas las encuestas recogimos respuestas y no se produjeron confusiones. La denominación más frecuentemente empleada es sapo, que encontramos en todos los puertos del área de estudio. Se debe a su aspecto de renacuajo grande y baboso y a su costumbre de emitir gruñidos cuando se le saca del agua, que recuerdan al croar del batracio homónimo. De aquí que en algunos puertos de Cádiz y Huelva le llamen sapo roncador (Chipiona, Rota, Cádiz) o roncador (El Rompido). En Algeciras recogimos pez sapo. Para informantes de Adra es el sapo verdadero.
El término sapo tiene un origen incierto, quizá es una voz prerromana o una antigua formación onomatopéyica. La asociación con Halobatrachus didactylus está motivada por las rugosidades de su piel que son semejantes a las del batracio, así como por los ronquidos que emite al sacarlo del agua, similares al croar de las ranas. Se documenta por primera vez como ictiónimo bajo la forma peje sapo en Francisco de Quevedo (1580-1645) (Corominas y Pascual, 1980). En la forma sapo la primera vez que aparece como ictiónimo es en La Charidad Guzmana, de Beltrán (1612). Algunos informantes de Ayamonte y Punta Umbría emplean la variante sapo de río, porque se encuentra en ambientes salinos de la desembocadura de los ríos (Guadiana, Piedras, Tinto y Odiel), para diferenciarlo del sapo terrestre, que vive en zonas de agua dulce. Con el mismo sentido, en Barbate y Cádiz recogimos sapo de mar y sapo de la bahía (bahía de Cádiz). Después de sapo, pero a gran distancia, la denominación más frecuente de este pez es rape, que se emplea principalmente desde Conil a Salobreña, y también por algunos informantes de Adra y Cabo de Gata. Tienen claro que no se trata del rape propiamente dicho (Lophius budegassa y Lophius piscatorius), pero le dicen así por su relativo parecido. Por eso en Mazagón lo denominan rape de los pobres, para distinguirlo del rape de los ricos, Lophius budegassa, que es de mayor calidad. Sin embargo, en algunas localidades es muy apreciado gastronómicamente ("¿Tú sabes lo bueno que está esto?", nos dijeron en Almería), y en Puerto Real se vende pelado y troceado, aunque con la denominación de "colitas de rape" para revalorizarlo. En Almuñécar emplean los dos nombres juntos y le dicen sapo-rape: "Este es un sapo-rape", dijo el informante. En Ayamonte e Isla Cristina suelen utilizar la denominación portuguesa charroco, y los informantes nos indican que "así le dicen en Portugal". En Huelva, Motril y Castell de Ferro también lo llaman rata, por su cierto parecido con Uranoscopus scaber, a la que a su vez llaman sapo. Los nombres en negritas son neologismos de ICTIOTERM para la ictionimia andaluza. En la bibliografía para las costas de Andalucía se recoge sapo cabezón y fuerte, en Cádiz y Motril respectivamente. (*) El pez sapo es una especie muy popular en el ámbito de los pescadores deportivos, para los que su captura es sinónimo de mala suerte. Así, cuando pescan uno, suelen decir: "sapo, sapete, recoge y vete" (Puerto Real), para indicar que a partir de ese momento ya no cogerán nada más y que es mejor dejar la pesca para otra ocasión. Por esto, el sapo es frecuentemente objeto de chanzas y maltrato entre los pescadores, que suelen dejarlo morir en seco sin devolverlo al agua cuando lo pescan. No es de extrañar, por tanto, la voz sapo fumador que recogimos en Caleta de Vélez, con la siguiente frase aclaratoria del informante: "Le metes un cigarro en la boca y se pone a trepar". Sin embargo, creemos que estos comportamientos cambiarían un poco si se conociera por el gran público que el denostado pez sapo, debido a su gran resistencia vital y a poseer un corazón similar al humano, es un valioso animal de experimentación científica en estudios de cardiología (Benítez, 2000), y que podría llegar a salvar la vida de algún pescador infartado. Bibliografía
sapo — sin nombre científico asociado (Sanlúcar) sapo — Cottus (Cádiz y El Puerto de Sª María) sapo — “boca ancha, cuerpo liso y cabeza grande” (Costas de Málaga) El Sapo — Lophius Gadicensis (de Cádiz a Málaga) sapo — Lophius gadicensis (costas de Cádiz y Huelva) — Batrachus didactylus (Málaga, Cádiz) sapo cabezón (Cádiz) sapo (Estuario del Guadalquivir y PN Doñana) fuerte (Motril) sapo (Litoral andaluz) cabezón (Costa gaditana) sapo (Conil de la Frontera) sapo (Rota) pez sapo (Andalucía) |
TÉRMINOS ASOCIADOS Y FRECUENCIA DE OCURRENCIA
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