Cada una de las unidades fraseológicas de esta ficha, responde a las siguientes particularidades:
- Almeja basta, es el caso de Venus verrucosa que debe su denominación basta ‘grosero, tosco, sin pulimento’ a la textura rugosa de su concha, con un marcado relieve de esculturas concéntricas. Los informantes establecen una clara diferencia semántica entre esta y la almeja fina (Ruditapes decussatus) que tiene la concha con un relieve menos acusado.
Este término lo hemos recogido en dos puertos gaditanos (El Puerto de Santa María y Cádiz) y en ninguno de los onubenses. Además, Arias (2005) lo registró también para Venus verrucosa en el ámbito de los corrales de pesca de Rota. De todos modos, no es una de las denominaciones más frecuentes.
- Almeja brillante, se refiere a Callista chione que debe el apelativo "brillante" a la superficie externa pulida y lustrosa de su concha.
Este término lo hemos recogido solamente en el puerto gaditano de Sanlúcar de Barrameda. Pese a tener una baja frecuencia de aparición, no consideramos que se trate de una confusión ya que se asemeja en su contenido semántico a las otras denominaciones obtenidas para esta especie, por ejemplo, concha fina, cebollera (recuerda al brillo de la piel de la cebolla)...
- Almeja de carril, denominación de Ruditapes decussatus, para la que el informante asocia la gran calidad de esta almeja con la famosa de O Carril (Pontevedra).
Este término lo encontramos en Sanlúcar de Barrameda y en Rota, debido a que en estas localidades han existido y existen corrales de pesca y tradicionalmente se ha mantenido un cultivo natural de esta especie en la franja arenosa de la orilla.
- Almeja de corral, tanto Ruditapes decussatus como Paphia aurea reciben este nombre, que se debe a que son almejas que se crían en los corrales de pesca de Rota.
El término compuesto almeja de corral lo encontramos en Sanlúcar de Barrameda, en Rota y en Chipiona, debido a que en estas localidades han existido y existen corrales de pesca y tradicionalmente se ha mantenido un cultivo natural de esta especie en la franja arenosa de la orilla.
- Almeja de cultivo/ de factoría (Ruditapes philippinarum), es un término compuesto que se debe a que se trata de una especie que se cultiva industrialmente en parcelas acondicionadas en la zona intermareal de caños de marismas de Cádiz y de Huelva.
- Almeja de río (Scrobicularia plana), recibe el calificativo de río porque algunas poblaciones se encuentran en la parte baja de los estuarios de los ríos y en los caños salados de las marismas, porque a los caños algunos informantes les llaman ríos.
- Almeja fina (Ruditapes decussatus), el apelativo fina es debido a la excelente calidad de su carne y esto conlleva a que sea una de las especies más valoradas en el mercado. Se establece una dicotomía dentro de las respuestas obtenidas para las almejas entre almeja fina y almeja basta (Venus verrucosa), asociándose el término al más o menos marcado relieve de sus conchas.
Esta especie es conocida como almeja fina en todos los puertos gaditanos y onubenses, con la excepción de las confusiones que hemos registrado a lo largo de nuestras entrevistas debido al desconocimiento de nuestros informantes, ya que muchos de ellos no se dedican al marisqueo. Además, en otras ocasiones se denomina, almeja negra por su coloración o almeja de carril/ de corral por su calidad.
Con la denominación de almeja fina se conocen otras especies como Paphia aurea (pirulo), Chamelea striatula (chirla), Donax trunchulus (coquina) y Ruditapes philippinarum (almeja japonesa), unas veces debido a confusiones de los informantes y otras a la identificación con el mayor precio en el mercado.
- Almeja japonesa /china (Ruditapes philippinarum), el epíteto específico del nombre latino alude a su distribución geográfica en islas del Pacífico. En el caso de almeja china, recogido de un informante de Chipiona y pese a tener una baja frecuencia de aparición, no consideramos que se trate de una confusión ya que se asemeja en su contenido semántico a las otras denominaciones obtenidas para esta especie, por ejemplo, almeja japonesa o almeja turca. También hemos recogido la denominación italiana a un informante de Chipiona, con esta forma se alude a la procedencia de la especie, probablemente de Goro (Italia, Mar Adriático), donde fue introducida en 1983, procedente de Asia, y existe un banco natural.
- Almeja malagueña, Callista chione, debe su apelativo malagueña a que es una especie que se recolecta en el Mediterráneo andaluz.
- Almeja negra (Ruditapes decussatus), la coloración oscura de su concha es la que motiva el apelativo negra.
Esta es una de las denominaciones más frecuentes para Ruditapes decussatus junto con almeja fina, la hemos obtenido en los siguientes puertos: Algeciras, Chiclana y Conil, por tanto podemos afirmar que este término compuesto es propio de Cádiz y no de Huelva.
- Almeja rugosa (Venus verrucosa y Venus nux), estas almejas deben el apelativo rugosa al pronunciado relieve de las esculturas concéntricas de sus conchas que les proporcionan un tacto áspero. Esta denominación de almeja rugosa, emparentada con almeja basta (término compuesto utilizado para Venus nux), la hemos obtenido en los siguientes puertos:
- Venus nux en Mazagón, Punta Umbría y El Puerto de Santa María.
- Venus verrucosa en Mazagón y Punta Umbría.
Venus nux se denomina almeja de rayas y almeja rayada porque los informantes eligen una de sus cualidades morfológicas (esculturas concéntricas de las conchas) más llamativa para dotarlo de un nombre.
- Almeja semi (Ruditapes philippinarum), se observa una clara transferencia desde el sinónimo latino Ruditapes semidecusata, en desuso actualmente, hacia el nombre vulgar almeja semi, donde, además, se produce un acortamiento del segundo término de la voz compuesta. Esta adquisición del término científico por la comunidad de pescadores entrevistada puede deberse a que almeja semi ha sido tradicionalmente el nombre comercial para esta especie.
Es muy frecuente la aparición de este término en los puertos de Huelva y Cádiz. No solo encontramos la denominación almeja semi, sino que podemos observar en numerosas ocasiones la utilización del acortamiento semi y de la forma semialmeja (Ayamonte).En cuanto a la pronunciación, muchos informantes realizan el rotacismo de la l en r dando lugar a la realización fonética armeja. Además, en el caso de almeja de carril y de corral, se pierde la l final dando lugar a las formas [Karrí] y [Korrá]. Respecto a almeja semi, sufre una modificación fonética en su terminación produciéndose una abertura vocálica y dando lugar a la forma [sémę].