Dos son las denominaciones preferidas por los marineros de las costas de Cádiz y Huelva para designar a esta especie: anguila y anguilla, esta última con realización yeísta. Según Corominas y Pascual (1980), las dos voces derivan de la latina ANGUILLA, diminutivo de la palabra latina ANGUIS 'culebra' + - LLA. Si atendemos a las leyes fonéticas, la - LL- latina en español da lugar al fonema /ll/, mientras que en los dialectos meridionales: catalán y provenzal, da /l/. Este es el motivo que lleva a pensar a estos autores en una posible cadena evolutiva del tipo: latín ' catalán ' castellano. Es decir, anguila, la forma más extendida por el territorio peninsular, sería un resultado catalán que posteriormente se expandiría por las demás regiones, ya que este pescado se consume con más frecuencia en la zona levantina. Los autores del diccionario etimológico no la documentan como castellana hasta la segunda mitad del siglo XVI. En este momento, es una voz aceptada en todos los diccionarios consultados sin ningún tipo de diferenciación dialectal que pueda hacer notar tratamientos dispares en los territorios peninsulares.
Por otro lado, la forma anguilla la documentan por primera vez Corominas y Pascual (1980) en Gonzalo de Berceo (h. 1220), y la define como una forma arcaica que es usada en todo el territorio español hasta el S. XVII, y hoy en Nuevo Méjico, América Central, Santo Domingo, Puerto Rico, Venezuela y Chile. Por consiguiente, podremos inicialmente suponer, si consideramos las propuestas de este autor, que esta conservación del ictiónimo en nuestra comunidad es un arcaísmo léxico.
En cambio, Martínez (1989) tiene su propia idea al respecto ya que, según él: [...] todo parece indicar que la forma anguilla era la más antigua en Andalucía y fue traída por los reconquistadores cuando aún el reino de Granada era musulmán; posteriormente se extendería anguilla a la Andalucía Oriental repoblada desde la misma Andalucía, mientras que el resto de la Andalucía Oriental repoblada desde Castilla (Jaén, Almería y parte noreste de Granada) recibiría la forma anguila (no descartamos una posible influencia de los dialectos orientales en el asentamiento y difusión por esta zona de la forma anguila). Desde esta parte la voz se ha ido extendiendo por las provincias de Córdoba, Sevilla, Málaga y Granada, arrinconando hacia el Occidente andaluz la forma anguilla.