Voz que solo hemos localizado en Tarifa para hacer referencia a Calappa granulata y Carcinus maenas. Pensamos que pueden existir dos teorías acerca del origen de este térmimo:
1. Tal vez este término podría proceder de la voz clauquilla 'marchamo', que se toma de cauquilha 'concha de marisco', que a su vez está emparentado con el francés coquille. La relación entre la especie y esta voz se establece a través de clauquilla y su significado 'concha de marisco' de la que deriva clauca. Aventuramos que de esta deviene clanca, al menos en el caso de Calappa granulata: la etimología se explicará por la forma de concha globosa que adopta el cangrejo cuando repliega sus patas sobre el cuerpo y queda herméticamente cerrado, asemejándose de esta manera a la claudilla o escudete que con su señal echaban los clauquilladores (Vid. Corominas y Pascual, 1980).
2. Por otra parte, la aparición de formas como cran (algunos puntos de la costa catalana y balear), cranca (Peñíscola y El Port de Burriana en Castellón), cranca pelúa (Denia y Santa Pola en Alicante) y cancra pelúa (Santiago de la Ribera en Murcia) para Cancer pagurus; así como cran (algunas localidades de la costa catalana y balear), cranca (Cullera en Valencia y Santa Pola en Alicante) y cranca de fangal (Santiago de la Ribera en Murcia) para Liocarcinus puber (Alvar, 1964), nos hace suponer que se trata del término genérico para denominar a los cangrejos (lat. CANGRO) en el levante peninsular y que ha sido adoptado por algunos informantes del mediterráneo andaluz (Ictioterm 2) y del puerto gaditano de Tarifa.
Ambas teorías vienen reforzadas por el hecho de que esta voz fue documentada por primera vez por Covarrubias (1611), que la define como propia de Valencia y toda la Corona de Aragón. Actualmente, en Andalucía oriental es una denominación muy utilizada, que se ha extendido como forma de nombrar a otros anomuros (Poromola cuvieri, Gerion longipes y Maja squinado) y que los informantes designan como clanca o con sus variantes canclo y cancla.